TS | Testimonio: Ahora sé el precio que ha pagado por mí
“Dios es Amor”.
Ya no es una frase hermosa que de cuando en cuando me asaltaba para cuestionarme.Por fin es una certeza.
Un abrazo frente al dolor en el Getsemaní de mi vida.
Una mano tendida que no me soltará mientras camino por la orilla del mar de Galilea.
Un beso que es respuesta a la pregunta que Jesús formuló a Pedro en su encuentro, y en el mío, confrontando su misericordia con mi fragilidad: Me amas?
Cómo no responder que sí, tras seguir tus pasos por los caminos que Tú pisaste; por los paisajes que contemplaste; por los silencios llenos de palabras que escuché.

GRACIAS por transformar mi vida, por regalarme un corazón para entregar, por fiarte de mi, por esperarme junto al lago, por no rendirte, por ser, sencillamente, EL amor.

Carusa.