TS | Testimonio: Ahora sé el precio que ha pagado por mí

“Dios es Amor”.

Ya no es una frase hermosa que de cuando en cuando me asaltaba para cuestionarme.Por fin es una certeza
 
Un abrazo frente al dolor en el Getsemaní de mi vida.
Una mano tendida que no me soltará mientras camino por la orilla del mar de Galilea.
Un beso que es respuesta a la pregunta que Jesús formuló a Pedro en su encuentro, y en el mío, confrontando su misericordia con mi fragilidad: Me amas?
Cómo no responder que sí, tras seguir tus pasos por los caminos que Tú pisaste; por los paisajes que contemplaste; por los silencios llenos de palabras que escuché.
Además, me has presentado en Nazaret a tu madre, abogada nuestra. Mujer valiente pero discreta, mezcla de ternura y determinación que dijo “hágase” y nos regaló tu vida generosamente para que luego Tú la dieses libremente por nosotros sin importarte el precio. Pero ahora sé el precio que has pagado por mí, por mi pecado, por mi redención, por mi salvación y sólo puedo decir GRACIAS.
GRACIAS por transformar mi vida, por regalarme un corazón para entregar, por fiarte de mi, por esperarme junto al lago, por no rendirte, por ser, sencillamente, EL amor.
Amor que se ha reflejado en cada uno de los hermanos que me han llevado hasta ti, arropándome, compartiendo su vida en esta peregrinación, y que ya son parte de mi. Gracias también a todos y cada uno de vosotros por acompañarme a Galilea.
Carusa.